lunes, 2 de abril de 2012

Por donde empezar...

Empiezo este blog porque quiero compartir la maravillosa experiencia de ser papá. La llegada de mi hija cambio mi vida en muchísimos aspectos, todos para bien y al mismo tiempo, me trajo algunos cuestionamientos sobre si estaba a la altura de la responsabilidad que ello significaba y cómo trataría  de ser el mejor papá para ella.


Luego de unos día de haber nacido mi hija, recién caí en la cuenta de lo que verdaderamente estaba pasando en mi vida, alguien (mi esposa) me había dado el regalo más grande e incomparable que uno podía recibir, el regalo de la vida, una vida que dependía de mí y que supo enseñarme tan sólo con su llegada a este mundo que existen verdaderon vínculos que nadie puede romper y que pueden ser más importantes que uno mismo.

De inmediato, al tenerla entre mis brazos, me sentí menos egoísta y más agradecido con el mundo por la oportunidad de lo que estaba viviendo. Mis prioridades cambiaron, o mejor dicho, dejaron de ser importantes pues sólo existía una: hacer que la vida de esta niña sea la más feliz posible, cada día y a cada momento.

Muchas cosas han pasado desde entonces y cada día es una aventura distinta y un aprendizaje continuo. El tiempo pasa y mi bebé ahora es una niña y seguirá creciendo cada vez más rápido. Lo que nunca cambiará será el amor que siento por ella y que no hay nada que no haría para evitar que algún día esa sonrisa se borre de su cara.


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