martes, 4 de septiembre de 2012

Su educación musical… 1era parte



Incluso desde antes que naciera, asumí la educación musical de mi hija. Por supuesto, sus gustos serían formados a partir de los míos (y algunos de su madre, jejeje) pero sobre todo siendo lo suficiente variada y tolerante con todos (o la mayoría de ritmos musicales). Sin embargo siempre traté de mantener el rock (del bueno) como piedra angular en este proceso.

Uno puede tratar de hacer que a nuestros hijos les gusten ciertos géneros y la mejor manera de hacerlo, en mi experiencia, es a través de la constancia y la repetición. Desde muy pequeña, mi enana escuchó muchas veces la canción "Don't stop believing" de Journey y se convirtió en su favorita de manera inmediata. Mi hija tarareaba desde muy pequeñita esta canción y por esas mismas fechas también se volvieron sus favoritas canciones como "Rolling in the deep" de Adele y casi todas las de Black Eyed Peas.  Algo que también hice escuchar a ni enana desde chiquita fue Abba, principalmente porque era uno de los grupos preferidos de mi mamá. Los adora.


A medida que van creciendo y descubriendo más cosas a través de la interacción con otros niños en el nido, están expuestos a música y canciones más "para niños" que son las comparten con sus compañeros en las aulas y actividades del nido. Tratemos de aprenderlas también.

Su mamá y Yo nos preocupamos porque conozca los "clásicos" aquellas canciones de nuestra época y que siguen muy vigentes hasta hoy. Así que compramos un CD de Yola Polastri con todas las canciones de nuestra chiquititud. Desde que escuchó a Yola la adoró y hasta hoy es uno de sus discos favoritos. Otros de los discos que han marcado hasta ahora la vida de mi pequeña, son las canciones de la serie de cuentos de las hermanas Paz, "Chimoc, el perro calato", cuyas canciones se las conoce de memoria. Son imperdibles.

Algo curioso (o quizás no tanto) es que mi hija se enamoró de la marinera desde el momento que la escuchó, al igual que de su baile. Mi enana disfruta muchísimo al escucharla y de inmediato coge un pañuelo o un trozo de papel y lo agita en el aire. Recientemente, la música más escuchada es la banda sonora de "La novicia rebelde", "Mary Poppins" y de las películas clásicas de Disney como "La Cenicienta" o el "Rey León". La música clásica también es fundamental y debe ser escogida con cuidado para que sea bien aceptada por nuestros hijos, recomiendo empezar por "Pedro y el lobo" de Prokofieff (cortesía de mi suegra). 

Lo verdaderamente valioso e increíble de traspasar nuestros gustos musicales a nuestros hijos es el acto de compartir. Compartir emociones, compartir historias, momentos y crear recuerdos que estoy seguros que guardarán hasta que sean viejitos. Crear una conexión aun más profunda con nuestros hijos a través de la música, teniendo más cosas que compartir, desde chicos y proyectarlo hasta su adolescencia y vida adulta. A veces esos pequeños detalles son despreciados por muchos, pero creo que la suma de todos ellos permitirá mantener una mejor relación de confianza y cariño con esas personitas que son lo más importante en el mundo para nosotros.

Solo pongan "play" y disfruten con sus hijos.

P.D. Déjelos ejercitar también su derecho a elegir y también respeten cuando no les gusta algo. Probablemente más tarde, cuando crezcan un poco más, les gustará. Seamos tolerantes si es que a ellos les gusta algo que a nosotros no. No lo olviden.

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